domingo, julio 22, 2007


El mismo día del natalicio de Ramos Otero, fuimos a un café cerca de la biblioteca. En mi cartera llevaba “El libro de la muerte”, “Invitación al polvo” y la película Michael, dirigida por Carl Theodor Dreyer, en 1924. Cuando leímos “Metáfora contagiosa”, percibimos que la fecha redundaba y que se sentía una compañía truculenta de fauno en el Hades esa tarde. Metcalf y Ramos Otero se fumaban un cigarro eterno en el Cuarto Mundo y nos miraban.