lunes, enero 12, 2009

Cuándo se acaba la película

En la Franja
los folletos caen del cielo
y anuncian que la muerte se avecina
Acá también. Pregúntenle
a la familia de Jdimytai Damour,
aplastado por las masas
de consumidores en busca
de las rebajas anunciadas en esos otros
folletines, quizás más coloridos.
Su último viernes negro
en Nueva York.

otra franja otra alianza
otra farsa otra alarma
otra masa otra otra otra otra hasta 919
en diez y siete días niños niños niños muertos
que quizá también se llamaron Jdimytai.

Damour escapó de una franja a otra.
Damour no tuvo vigilias, como tampoco
culpables. Nadie detuvo a la masa
que lo mató, como ahora tampoco la detenemos
en Gaza, ni en Nueva York, ni en los televisores.

919 con un botón y un niño huérfano que dijo:
cuándo se acaba la película 
en el telediario internacional. 



























































Banksy at the Israeli West Bank barrier in Betlehem, 2005
Mi manera de resolverlo

Cuando los amigos llaman
les digo que mi voz los abraza
piqueteando en la acera

y que algunas pancartas
prefabricadas redundan
en palabras sin definición
como justicia, café frío,
y una dona debajo
de la nieve.

La ventana ya se puede
dejar abierta. Ellos
son indestructibles juntos,
y si les tomo la mano...

Casi nunca uso esos
puntos pero fue necesario
soltar- cadena de palabras
una detrás de la

otra mano tomo
junto indestructible.

Tomo fotos para mirar
al mundo como a un espectáculo
que recompensa a su audiencia
en vez de la audiencia darle
los aplausos.

Esta semana le di otra vuelta más al sol. Me dijo Lupe que le habían dado con un palo en la cabeza. Me dijo Nacha que le gustaba mucho mi casa. Me dijo Carlos que yo era dominante. Me dijo Cristina que mis amigos eran majos. Me dijo Fede que me enfocara en una sola idea. Me preguntó Tom por qué escribía poesía.

Me dijo Lupe que le habían dado con un palo en la cabeza, que el amor era una enfermedad, y pensémoslo, tiene razón.

(Si no puedo dormir para que finjo
prefiero toda esta luz cegándome
desde el monitor
que las sombras circulares del techo)

Me paso el día persiguiendo tu cola,
tantos porqués pegados a la prisa.
Mi oficio es preguntar y yo lo que quiero
son motivos para la fe.

A ella le pegaron con un bate en la cabeza,
lo sabe porque no hay otra manera
para el traslado.

-Tomaban café, leían juntos
se contaban todo sobre la sed y el hambre
y sobre los sabores de la carne,

quiero saber la duda exacta de mis preguntas
el sabor preciso de mis libros
la palabra simple que dijo simplemente
la razón

ando haciendo las pases con la búsqueda
sabiendo que lo que anhelo son motivos
para la fe
ando a tientas mirándolo todo desde otro monitor-

Mi monitor está dañado. El clima mejora (es un eufemismo). Me dedico a poner preguntas en los acertijos. Poner miradas encima de los ojos. La mirada se vuelve un ir hacia delante y de nuevo.

La luz del atardecer frío
entra por la ventana
y me calienta las rodillas
mientras veo a tres caminando
por la acera.

No tuve que decir personas
y decir número evoca
sincronicidad, razón, aceras
en la calle, construcción.

Frente a mi casa hay una fachada de edificio
como si fuera escenografía.
Los que la rellenan me despiertan
con sus taladros y nunca me
silban al cruzar la calle.

Voy tarde para la reunión.
y no me pongo falda.

domingo, enero 11, 2009

Extraer objetos
Zbigniew Herbert

Extraer objetos de su silencio majestuoso requiere de una táctica o de un crimen.

La superficie congelada de una puerta puede ser descongelada por el golpe de un traidor, una copa que cae al suelo chilla como un pájaro herido, y una casa en llamas charla en el lenguaje locuaz del fuego, el lenguaje de una épica sofocada acerca de todo, la cama, las sábanas, las cortinas que por tanto tiempo se lo callaron.


Traducción de "To Extract Objects", en Mr Cogito (1974)