miércoles, marzo 18, 2015

"El xilófono, no mi madre", Sergio García Zamora


La madre

mi madre se enternece oyendo un xilófono. Según el diccionario:
instrumento musical de percusión, hecho de tablillas de
madera. el xilófono, no mi madre. pero si mi madre quiere
se vuelve un instrumento, se vuelve musical , se vuelve de
percusión, se arranca una tablilla y me da una zurra que
me enternece. todo está en proponérselo como el padre de
Beethoven, que no debió ser tan malo cuando el hijo fue tan
bueno. lo de Beethoven era el piano: lo de su padre, la educación
musical. un xilófono parece un piano. el xilófono, no mi madre.
pero si mi madre quiere se vuelve toda piano y me deja caer
sobre los dedos la tapa del teclado para que ande piano, para
que nunca me recupere del enternecimiento, como lo haría
el padre de Beethoven. o acaso mejor: como lo hace la madre
del poeta.


Lección de mecanografía

me puse a transcribir un poema de William Butler Yeats para
            ejercitar mi mecanografía porque uno debe ser rápido como
una buena secretaria, si piensa vivir de este oficio. el poema
se nombraba: “Un aviador irlandés prevé su muerte”. antes
había considerado otro: “La isla del lago: Innisfree”, texto que
volvió famoso al tal Yeats, pero me ganó el título del segundo.
todo hombre quiere ir a Irlanda. todo hombre quiere prever
su muerte. todo hombre quiere, es decir, todo hombre quiso,
cuando niño, ser un aviador. me puse a transcribir un poema de
William Butler Yeats, Premio Nobel de Literatura, porque uno
no transcribe a cualquiera, uno transcribe a los mejores, si en
verdad va a transcribir. después dividí el número de palabras
entre el número de minutos. un mecanógrafo debe transcribir
ciento veinte palabras por minuto. un poeta debe transcribir
igual cantidad, si piensa vivir de este oficio.



Sergio García Zamora (XIX Premio de poesía La Gazeta de Cuba, 2014).

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